Excusas, excusas, excusas…
No paro de escucharlas en todas las formas posibles que existen y no puedo detestarlas más.
Las excusas son la herramienta más simple, rápida y útil de utilizar para estancarnos profesionalmente y dejar que pasen nuestros mejores años profesionales sin pena ni gloria.
¿No estás de acuerdo? Te invito a rebatírmelo a través del formulario de contacto pero sin utilizar ninguna excusa.
Puedes apuntarte aquí y cada semana recibirs un email al grano que te ayudará a mejorar en tu trabajo.
El problema es que estamos acostumbrados a usarlas demasiado a menudo y eso nos lleva a situaciones como la de que os quiero comentar en el episodio de hoy.
Atentos que esto le pasa a demasiada gente (lamentablemente).
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¡Hasta mañana!