Algo que sucede habitualmente cuando de repente eres jefe de un equipo es que, de repente, no tienes tiempo para nada.
Nuevas responsabilidades que no controlas, mucho por aprender, sobrecarga de trabajo para ponerte al día… en fin. Es habitual que todo esto te lleve a no tener tiempo para nada y, especialmente, para tu gente.
Pero resulta que cuando gestionamos un equipo, precisamente esa gente es lo más importante y donde deberíamos invertir el mayor tiempo disponible.
Puedes apuntarte aquí y cada semana recibirs un email al grano que te ayudará a mejorar en tu trabajo.
Es un error que yo también lo he cometido y, que por suerte, supe poner remedio a tiempo.
Os lo cuento en el episodio de hoy.
Gracias por estar al otro lado del podcast en Spotify, Ivoox, iTunes… y también recordad que podéis encontrarme en Linkedin, Instagram o Twitter.
¡Hasta mañana!