Hoy quiero compartir con vosotros un tema que últimamente me viene mucho a la mente: cómo ser un buen profesional. En los últimos meses he trabajado con varios proveedores que son muy buenos haciendo lo que sabe hacer, su trabajo pero en el resto son tan desastre que le resta mérito a su trabajo convirtiéndolos en buenos técnicos pero malos profesionales.
¿A qué me refiero con esto? A aquellas personas o empresas que su trabajo «principal» lo hacen muy bien (como esperamos que sea) pero todo aquello que envuelve a ese trabajo principal lo descuidan por dejadez, descuido o pereza y el cliente lo acaba sufriendo. Ejemplos hay muchos pero el que más me encuentro yo es la mala atención al cliente post-trabajo o la falta de puntualidad y cumplimiento de fechas.
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Tener un proveedor que hace muy bien lo que sabe hacer pero nunca cumple los plazos que el mismo te da lo convierte en un mal profesional.
Mencionado en el podcast
Sobre nuestras fortalezas y debilidades Episodio 39. ¿En qué eres realmente bueno?
En el podcast de hoy os pongo más ejemplos de cosas que habitualmente me encuentro y que, como cliente, me provocan a veces más problemas que lo que ese proveedor me está solucionando.
Y por esta semana ya tenemos suficiente ¿no? Espero que descanséis el fin de semana y recarguéis pilas para empezar a tope.
Muchas gracias por otro día más aquí y por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes y vuestros me gusta y comentarios en ivoox.
¡Hasta el lunes!